Hijo, antes de retirarme te presentaré a mis campeones, que siempre gustan de darme las buenas noches:

Este es Capel, el más joven de todos, aquel es Granero, rápido como el viento, el otro es Milito, terco y veloz, y el ultimo es Etoó, la joya de mi casa.

Todos son hijos del semental Safety y de la bella yegua Car, y cuando cabalgan por el verde césped, se transforman en príncipes y astros resplandecientes y goleadores.

Sólo precisan para ganar al cruel tribuno podium y sus corceles no paganinis, de una mano recia pero amable, férrea pero amistosa, manos que tú has demostrado tener en numerosas ocasiones, habiendo probado las mieles del éxito en plazas tan difíciles como la misma Roma.

Ten fe, Judah, y al final de la carrera, cuando más de una cuádriga haya mordido el polvo, cuando los restos de los aurigas se esparzan por el camino recorrido, yo te estaré esperando en el podio, con una copa de hidromiel en una mano, una bella muchacha que calme tu alma en la otra, y un bello adonis detrás por si acaso.

Nadie vuelve de galeras, es peor que una condena a muerte pero el lo logró y así empezó su ascensión a la gloria.... El lunes veremos si hay que seguir remando o no. Quiero mi primer master semanal y llevandome la porra estare en el buen camino.