LIGA PAGANINI 26

- Hola, me llamo Master & Commander... y... ¡SOY PAGANINI-.

Se hizo el silencio en la sala de reuniones. Todos los presentes miraban de reojo al nuevo miembro y bajaban la cabeza. Todos entendían el sufrimiento por el que pasaba, y estaban dispuestos a mostrarle su apoyo.

- Hola Master, contestaron casi al unísono.

Entonces tomó la palabra uno de los allí presentes:

- Mi nombre es Lincecillo. Soy el miembro más antiguo de estas reuniones. Sé por lo que estás pasando Master, yo estuve enganchado a esa mierda durante años, y creo que por fin puedo decir que estoy rehabilitado. Llevo casi un año sin probarlo, y me esfuerzo día a día por no recaer. Estoy contigo.

- Sí, pero es tan difícil-, contestó Master apesadumbrado. -Al principio coqueteaba con ese mundo, pensando que nunca me tocaría a mí, que en cualquier momento podría dejarlo, que sólo mi experiencia y conocimientos serían suficiente para abandonar esta maldita droga. Así llevo ya dos años y veo el objetivo cada vez más difícil. Hay veces que me digo ¡Hoy lo dejo!, pero como máximo aguanto una semana y vuelvo a recaer.

- Mi nombre es Safety Car, y también soy paganini. Master, miró al miembro que hablaba y notó en su rostro la dureza con la que se habían cebado en él. Estuve fuertemente enganchado hace dos años. El año pasado conseguí dejarlo con mucho esfuerzo, pero este año... he vuelto... he vuelto a recaer.

Las lágrimas de Safety Car se derramaban por su mejilla.

- Y lo que es peor-, siguió diciendo, -No me veo con fuerzas como para dejarlo. Acudo con regularidad a estas reuniones con el único objetivo de que el resto de miembros vean las consecuencias de ser un paganini, que vean el sufrimiento que conlleva.

- Y eso te honra. El que hablaba lo hacía con energía. Denotaba su voz la confianza del que lo había probado y parecía haberlo superado. –Me llamo Neverendig Man. Hasta hace unos meses estaba consumido por esa mierda. El único sentido de mi vida era dejarlo, no había forma de salir de ese infierno. Hasta que llegó el maldito momento que todos esperamos que nunca llegue. Que la maldición afecte a lo que más queremos. La familia. Mi mujer y mi compadre que siempre me habían apoyado parecían dejarse consumir por la innombrable droga, y ahora me esfuerzo como nunca por ayudarlos.

Todos los presentes aplaudieron la intervención de Neverdending Man. Su mujer y su compadre, que también estaban en la reunión lloraban con él, abrazados, apenados, orgullosos. Ella no podía ocultar las marcas en su cuerpo. Sin lugar a dudas estaba enganchada.

- Ánimo Master, lo conseguiremos. Era Pájaro Loco, su amigo, el que le había convencido de la necesidad de acudir a Paganinis Anónimos. Era fuerte. Aunque se veían a menudo, él nunca consentía en probar. Hasta que llegó su hora. No obstante su determinación era férrea. No tenía miedo y estaba convencido de que esa situación no era para ellos, que lograrían dejar atrás el sufrimiento, a costa de lo que fuese o de quien fuese. –Cambiaremos de amistades si fuese necesario, ¡no volveremos a salir con los camellos del Atlético de Madrid!.

En ese momento, un gemido desolador resonó en la pequeña habitación que servía de hogar improvisado para todos aquellos desterrados. Master, sobresaltado alzó el rostro hacia el lugar del que provenía aquel sonido gutural, y se asustó de lo que vió. Era un hombre hundido, un auténtico muerto viviente. El fino hilo que lo mantenía unido con la vida era apenas perceptible.

- Me llamo Buscando mi Pasado. Su voz, aunque débil, era orgullosa. –Si queréis salir de esto, es la única salida. Esos mal llamados amigos (se refería a los camellos del Atlético de Madrid), te prometen el cielo y sólo te conducen al infierno. Yo estaba en lo más alto de mi carrera, era feliz, tenía todo cuanto un hombre podría desear. Master observó que un herrumbroso pin marca, que había visto tiempos mejores, adornaba su raída camisa. –Cuando quise reaccionar era demasiado tarde. Comienzan dándote ilusiones, creando faltas expectativas. Y acaban devorando todos tus sueños. Cuando te quieres dar cuenta, estás acabado.


Un profundo silencio se apoderó de los presentes. Todos los adictos, actuales o rehabilitados conocían la terrible historia de Buscando a mi pasado. Su decadencia había sido legendaria. Flirteaba incluso con la fase terminal de aquella maldita adicción, la cuchara de palo.

Master observó a todos los presentes. Rapidamente tomó conciencia de la terrible situación a la que estaba irremediablemente condenado si seguía por ese camino. Miró a Lincecillo, éste le sonreía, pero era una sonrisa cargada de incredulidad, se veía que no confiaba en su capacidad de salir de aquel infierno. Si en ese momento hubieran hecho una encuesta, Lincecillo le hubiera puesto paganini seguro, solo por aquél año, solo por aquél año.

Todos se abrazaron, se despidieron y Master y Pajaro Loco volvieron a sus casas con la firme determinación de que jamás lo volverían a probar.

Se me olvidó decir que a partir de ese momento, empezaron a salir con los parroquianos del Real Madrid o con los abstemios del Villareal.

Sólo por cosas como esta merece la pena pertenecer a esta secta, y me llena de orgullo ser de los pocos elegidos que entienden el significado de esas palabras. Felicidades me he divertido muchísimo leyéndolo.

GÜENISIMO !!!!!!

Porque no escribes un libro de esos de autoayuda, yo sería el primero en comprarlo. Eso si como decia Camaron:

"Dicen de mi que si yo estoy vivo o muerto, y yo les digo que mientras mi corazoncillo hierva yo voy a vencé a mi enemigo".

Enhorabuena por vuestra sinceridad, se me ha puesto el vello de punta, y los pezones como escarpias al escuchar vuestras palabras, solo de pensar en ello me dan escalofríos y no se me quita de la mente que esta semana que estuve con los del Atlético de Madrid .

Buenisimo Master.

- Hola, mi nombre es Lince. Si, yo también estoy enganchado. Hace unos años flirtee con este mundillo pero conseguí salir y llegar a lo más alto. El año pasado no se que tomé, pero me creí invencible. Creía que todo el mundo me admiraba, "Alabemos al Lince" pensé, pero más bien ha sido un ¡¡Hala vamos al hoyo, Lince!! ¡Que efímero es el éxito y cuán cruel la vida del jugador paganini! Hoy no tengo esperanza para mí, pero ¡ánimo Master!, tú si que puedes salir rápido de la oscuridad. Y para tí Pajaro Loco, espero que solo haya sido la tentación de un día, seguro que también saldrás bien parado.



(Muy bueno Capi)

Y así acabó, arrinconado, frotando el mohoso pin para sacarle los últimos destellos de grandeza.
Fue grande, el más grande, y ahora, avergonzado por sus acciones, juzgando las de los demás sin ninguna convicción, intenta demostrar que todavía puede, que la presión no le supera, que lo que todo el mundo ve es sólo un espejismo; es el último en darse cuenta que...

...no importa, cualquier escalón alcanzado es mejor que el anterior, cuanto más alto acabe mayor satisfacción obtendré, hará que la temporada que viene la afronte con más empuje y determinación, desde el primer momento mi único objetivo será el Master, el refrendo de lo que fuí y volveré a ser.

No seré Cuchara de Palo, este año al menos, no.

Y cuando el año que viene, nuestra droga llegue de nuevo, una aureola de poder, de sabiduría, de imbatibilidad, me rodeará y me hara invencible.

Eres Grande Pacorsa.
JR dixit.